10 de febrero de 2017

Animacion sin límites, exposición "La Aventura del Pensamiento" MuVIM

La animación no tiene límites. Cuando comencé a colaborar escribiendo en este blog, deconocía gran parte de este mundo y de esta profesión. Simplificarlo a gente super joven, desenfadada, divertida ..... sería eso, simplificar e inclusive, visto lo visto, "descalificar" a la gente que se dedica profesionalmente a esta actividad.

De repente te hablan del proyecto del MuVIM, de su exposición permanente "La Aventura del Pensamiento" y de sus tres animadores, actores y pedazo de profesionales que están llevándola acabo. Y otra vez más vuelves a aprender algo más sobre esta profesión que ni tan siquiera podías imaginar.



Nati es La Dama, Moisés El Monje y Amparo La Científica. Cada uno de ellos interpretan a un personaje dentro de una exposición que hace un recorrido por el mundo del pensamiento y las ideas. Un recorrido que comienza en el Siglo XVIII y que termina en nuestros días.

La exposición "La Aventura del Pensamiento" no deja indiferente a nadie, sus personajes, la recreación, efectos especiales, proyecciones, etc. te transporta a diferentes etapas y provoca en el visitante la sensación de viaje en el tiempo.

Pero si además cuando pides a sus personajes que compartan en este Blog su experiencia y cómo viven sus emociones y sensaciones en la exposición, te encuentras con estas tres grandes aportaciones que no hacen más que evidenciar, que realizan un trabajo que les apasiona y que viven en primerísima persona.

Muchas gracias Nati, Amparo y Moisés.

La Dama

¡ Arriba el telón del siglo XVIII ! Justo en ese momento estoy de espaldas a la entrada, se enciende la luz, se abren las puertas y lentamente me doy la vuelta. Veo las caras de asombro de los nuevos visitantes, despacio y susurrante me acerco a ellos, el monje me tiende la mano, la acepto y saludándoles con una reverencia nos adentramos juntos en la aventura del pensamiento.

Desde luego, no podía estar en mejor época, la Ilustración, el nacimiento de la enciclopedia, el preludio a una revolución que tendrá lugar más adelante, donde el ser humano tiene inquietudes, se mueve, piensa, investiga y pone en duda toda la corriente de pensamiento con el único objetivo de avanzar.

El siglo XVIII lo veo con los ojos de una dama, paseando por las calle de Praga, consciente de la tristeza del tratamiento al ser humano: la diferencia de clases, la esclavitud, pero afortunadamente, conforme avanza de la exposición, se vislumbra nuestra evolución.

El traje de dama tiene ese poder de viajar en el tiempo, respirar el ambiente y sentir la verdad el siglo XVIII.

Desde luego, esta exposición no deja indiferente a nadie, con un discurso impecable, se ajusta perfectamente a la realidad.

Y para mí, Nati, poder disfrutar de esta exposición es un gusto, ver y escuchar sus gestos de asombro y alegría, es la recompensa diaria.





El Monje


Cuando me pongo el hábito del monje y empieza “La Aventura del Pensamiento” es como montarme en una máquina del tiempo, que me traslada a una época donde aún faltaban miles de cosas que descubrir, crear y aprender.
Qué difícil es imaginar ahora, que las miles de cosas que tenemos hoy en día y la mayoría de las cuales nos parecen lógicas, hace tan solo unos siglos eran impensables e incluso se consideraban locos a aquellas personas que simplemente lo imaginaran o pensaran.
Cuando me pongo a reflexionar, es curioso ver como hoy en día no somos capaces de vivir sin esos inventos o descubrimientos, e incluso nos hemos dejado llevar por toda la vorágine de tecnología y de avances, y no nos damos cuenta que la máquina perfecta y más importante, somos nosotros mismos. Nuestro cuerpo, nuestros actos, nuestros pensamientos, nuestras ideas.
Me doy cuenta que a lo largo de la historia y como aún sigue sucediendo, existe una limitación en el tema del pensamiento y de la educación, tanto a nivel político, como a nivel religioso y a nivel social. Nos damos cuenta como estamos limitados por lo que nos rodea.
Finalmente nos podemos llegar a plantear: ¿Realmente una máquina puede llegar a hacer lo que nosotros somos capaces de hacer?



El Científico

Al ponerme en la piel de la científico,  me pregunto ¿qué debe sentir un científico que consigue encontrar la cura a una enfermedad, o crear una máquina que mejore la vida de cientos de millones de personas?  Me imagino esa sensación de esperanza por mejorar el día a día, crear,  experimentar, descubrir y aprender nuevas cosas.  
Existe una frase clave dentro de la exposición, que sin duda creo que es la que le da sentidos: “La ciencia avanza sí, pero realmente ¿sabes siempre ese coloso que avanza  hacia dónde se dirige?”
Esta gran frase abre una puerta que sin duda no hay que cerrar, abierta a un gran debate que me hace pensar en si esta sensación de esperanza que sentían los grandes científicos de la época y los de ahora, se difumina por unos  desafortunados intereses y su mal uso.
Es duro pensar que un discurso que se creó para el año 2001 (si no me equivoco) 16 años después no es que sea solamente válido, ¡si no que cobra un sentido asombroso ! No solo sientes que no hemos evolucionado, sino que parece que estamos atrapados en un círculo vicioso y de involución del cual salir es casi imposible.
Pero no hay que quedarse solo con este aspecto, pero creo que es importante llegar a esta conclusión y la importancia de que las nuevas generaciones y no tan jóvenes lleguen a ella, para que nos demos cuenta de que somos nosotros los que decidimos, los que podemos crear, cambiar y evolucionar. Que dentro de cada uno de nosotros existe un gran poder que es el PENSAMIENTO y que, dependiendo del uso que le demos, hará que esa esperanza sea maravillosa, llegando a hacer de este mundo un lugar mejor.



No hay comentarios:

Publicar un comentario